La aventura de leer

Este blog ve la luz con el objetivo de animar a leer y a disfrutar de la lectura. Para ello te invitamos a que visites la biblioteca de tu centro escolar y conozcas los secretos, las aventuras, la fantasía, ... que están en el interior de los libros.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

El elefante encadenado de Jorge Bucay

Desde el proyecto de coeducación que se está llevando a cabo en el centro le proponemos compartir un momento de lectura con su hija o hijo para reflexionar en familia este cuento y los valores que en él aparecen.

“EL ELEFANTE ENCADENADO”




Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado en unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?.

Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía no creía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o algún tío por el misterio del elefante. Algunos de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: - Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?. No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapaba porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... . Hasta que un día un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás de ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez... .

Jorge Bucay


ARRANQUEMOS ESA ESTACA, ROMPAMOS ESA CADENA DE VIOLENCIA QUE NOS ATA A NUESTROS VERDUGOS.


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